Samsung ha vuelto a sorprender con el Galaxy S25 Edge, un smartphone que redefine el concepto de diseño ultradelgado. Con solo 5,8 mm de grosor y un peso de 163 gramos, este dispositivo logra un equilibrio perfecto entre elegancia y potencia. Su estructura de titanio y cristal vitrocerámico no solo le da un aspecto futurista, sino que también garantiza resistencia y durabilidad. A pesar de su tamaño compacto, incorpora un Snapdragon 8 Elite para Galaxy, una cámara de 200 MP y un avanzado sistema de inteligencia artificial, lo que lo convierte en una opción premium sin comprometer el rendimiento.
Este modelo llega para desafiar directamente a Apple y su próximo iPhone 17 Air, que promete ser aún más delgado. Samsung apuesta por un diseño compacto sin sacrificar capacidades técnicas, manteniendo funciones avanzadas como Nightography, que mejora la calidad de imagen en condiciones de poca luz, y un nuevo sensor ultra gran angular con autofoco para capturas macro detalladas. Además, la integración de Galaxy AI permite edición fotográfica avanzada con herramientas como el Asistente de Dibujo y el Borrador de Audio, convirtiéndo en una estación creativa portátil.
Más allá de su diseño, el Galaxy S25 Edge marca un hito en privacidad y seguridad digital. Todo el procesamiento de IA se realiza en el dispositivo, sin necesidad de conexión externa, y Samsung Knox Vault protege los datos del usuario. Su pantalla Dynamic AMOLED 2X con Gorilla Glass Ceramic 2 ofrece una experiencia visual optimizada, con mejor escalado de imagen y menor consumo energético. Con este lanzamiento, Samsung no solo introduce un nuevo smartphone, sino que impone una nueva categoría: flagships ultradelgados con capacidades completas.