Las marcas chinas Xiaomi, Oppo, Vivo y OnePlus están considerando prescindir de los servicios de Google en sus dispositivos móviles. Este movimiento busca reducir su dependencia del ecosistema Android y darles mayor control sobre sus sistemas operativos. La estrategia es similar a la adoptada por Huawei, que desarrolló su propio sistema operativo tras las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Si estas marcas dejan de usar Google Mobile Services (GMS), los usuarios perderían acceso a herramientas esenciales como Google Play Store, Gmail, Google Maps y Google Drive. Esto obligaría a los consumidores a recurrir a tiendas de aplicaciones alternativas y soluciones propias de cada fabricante, lo que podría afectar la experiencia de uso y la facilidad para instalar nuevas aplicaciones. Además, las marcas tendrían que asumir la responsabilidad de las actualizaciones de seguridad y la corrección de vulnerabilidades en el software1.
A pesar de los desafíos, esta transición también podría traer beneficios, como mayor privacidad y control sobre los datos. Al reducir la dependencia de servicios centralizados, las marcas podrían ofrecer alternativas más seguras para los usuarios preocupados por la protección de su información personal. Además, el desarrollo de un sistema operativo independiente, como HarmonyOS Next de Huawei, podría abrir la puerta a nuevas opciones en el mercado de smartphones.